Las 4 estrategias ocultas del sistema de salud para la temporada de virus que necesitas conocer

Con la reciente confirmación de la circulación del subclado K de la influenza A(H3N2) en Chile, la atención pública se vuelve, una vez más, hacia las medidas de prevención. Sin embargo, más allá de los consejos habituales, el sistema de salud implementa estrategias complejas para protegernos. Como expertos en nuestros servicios de higienización, entendemos que la prevención comienza con el control riguroso del entorno.

1. El peligro oculto: patógenos que sobreviven durante meses

La contaminación ambiental es un factor determinante en la transmisión de infecciones. Si bien en casa podemos relajar ciertas rutinas, en entornos críticos el ambiente juega un rol fundamental. La razón es alarmante: algunos patógenos tienen una capacidad de supervivencia extraordinariamente larga en superficies inanimadas.

Estudios documentan que microorganismos como Acinetobacter spp. pueden sobrevivir en una superficie hasta por 5 meses, mientras que Klebsiella spp. permanece viable hasta por 30 meses. Por esta razón, una fumigación y desinfección profesional no es solo una medida de limpieza, sino un pilar de seguridad biológica.

2. Giro estratégico: Reasignación de la atención primaria

Durante períodos de alta demanda por virus estacionales, el Ministerio de Salud instruye la «reconvertir» horas de atención en los centros de Atención Primaria de Salud (APS). Esto permite enfocarse en enfermedades agudas y evitar la saturación de las urgencias hospitalarias.

«Cuando observamos que un servicio de urgencias está atochado… es lo que denominamos aguas arriba. Al reforzar la atención primaria, se busca cortar este ciclo», explica la Ministra de Salud, Ximena Aguilera.

Esta lógica sistémica garantiza que las emergencias —situaciones críticas de peligro evidente para la vida— reciban atención inmediata. Este mismo enfoque de prevención es el que aplicamos en el control de plagas para empresas, donde detener el problema «aguas arriba» evita crisis sanitarias mayores.

3. Los límites del alcohol gel: No es una solución universal

El alcohol gel es conveniente, pero tiene su «criptonita». El sistema de salud sabe que pierde efectividad ante la suciedad macroscópica o materia orgánica. Además, es ineficaz contra esporas bacterianas como las del Clostridioides difficile.

El estándar de oro sigue siendo el lavado con agua y jabón. En el ámbito profesional, recordamos siempre que el uso de guantes no reemplaza la higiene. Para garantizar ambientes realmente inocuos, especialmente en locales comerciales en zonas como Providencia o Las Condes, se requieren protocolos de sanitización profunda.

4. La larga cola de la infección: La colonización por «Superbacterias»

La «colonización» es la presencia de microorganismos en el cuerpo sin causar síntomas. Sin embargo, estos microorganismos multirresistentes (MOMR) pueden permanecer en el paciente por mucho tiempo:

  • Enterococo resistente a vancomicina (ERV): Hasta por un año.
  • Bacterias productoras de carbapenemasas: Hasta por tres meses.
  • Staphylococcus aureus (SAMR): Hasta por un mes.

Esto convierte el historial del paciente en un perfil de riesgo. En el control de plagas, ocurre algo similar con vectores como los roedores; por ello, la desratización preventiva es vital para evitar que patógenos colonicen de forma silenciosa nuestras bodegas o cocinas.

¿Necesitas proteger tu espacio esta temporada?

La ciencia demuestra que los virus y bacterias persisten más de lo que creemos. No dejes la seguridad de tu hogar o empresa al azar.

Solicita una Sanitización Profesional

Conclusión

Proteger la salud pública es un esfuerzo de múltiples capas. Desde la gestión ambiental hasta protocolos clínicos específicos, todo opera para mantenernos a salvo. Sabiendo la intrincada ciencia detrás de la prevención, ¿cuál es la medida a la que le prestarás más atención esta temporada?